"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la
sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".
Homero, Odisea, Canto I
domingo, 31 de octubre de 2010
Las manos del artista
A veces, por una rara conjunción de factores, ciertas personas nacen con un don especial. Y a veces ese don se alberga en las manos. Y en la mente, claro, porque si no las manos por sí solas serían impotentes. Esas personas son artistas.
Es increíble, casi mágico, contemplar como lo que es solo una construcción de la mente toma cuerpo, volumen, y salta del mundo de las ideas al de la realidad palpable con los simples y suaves movimientos de unas manos que casi parece que, mas que construir, acariciasen el espacio y fuese la propia forma la que tomase cuerpo bajo sus palmas.
Yo tengo la inmensa suerte de que uno de ellos es mi propio padre. Y de que, aunque sea con cuentagotas, sus manos diesen forma entre otras muchas cosas a uno de mis iconos. Porque él es un constructor de barcos.
Fabrica en maderar cada pieza, perfectamente a escala, y las ensambla siguiendo planos que solo están en su mente; una vez talló sobre un tronco el famoso "Mayflower", con el que colonos puritanos cruzaron el atlántico hasta las entonces novedosas tierras de América en 1620. Y era tal la riqueza, exquisitez y realismo de los detalles que parecía imposible.
Y en otra ocasión construyó ante mis ojos fascinados de adolescente esta fragata española de la década de 1710, que permanece inacabada porque, como todos los artistas, su impulso creador es intenso pero breve y caprichoso y no pocas veces le lleva a abandonar durante años, incluso para siempre, obras casi finalizadas.
A mí, francamente, me parece increíble que alguien pueda hacer estas pequeñas maravillas, yo que soy casi un completo negado para las artes manuales. Solo espero que algún día finalmente lo pueda ver en todo su esplendor, con toda su arboladura y su potente presencia. Y que así pueda enseñárselo a mi hijo y contarle como son y como hacen magia las manos de un artista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Parece que los caminos de la mar corren parejos a nuestro espíritu. El mar acerca riberas y corazones, y a él vuelve lo que se le debe. Entre mis numerosas e inconsistentes aficiones se encuentra el modelismo, cuya faceta naval tiene en mi debe una especial consideración. Como tu padre, cuya obra es merecedora de elogio, gusto de fabricar mis propios modelos, que suelo después regalar o destruir, si bien nunca he abordado empresa de semejante envergadura. Y son varias las facetas en que intento -aunque a veces no lo consigo- hacerlo, pues en estos momentos estoy en trance de rematar y defender una tesis sobre la Marina de Guerra de la Corona de Castilla.
ResponderEliminarEn fin, lamento aburrirte con mis cosas, pero al ver las fotos de tan magnífico modelo no he podido contener la lengua, o la pluma, es decir, las teclas.
Un abrazo.
Este post es una auténtica maravilla.
ResponderEliminarBeso.
B.T.C.O.
¿Aburrirme? ¡Por Dios, pero si me apasiona! Yo soy un desmanotado para estas cosas pero siento una fascinación entregada, casi reverente, por ellas.
ResponderEliminarEl mar, la historia naval, los barcos, sean reales o modelos, ... Sería un placer leer esa tesis cuando la des finalmente a luz. O ver tus modelos si tuvieses a bien fotografiarlos y compartirlos.
MartinAngelair, me alegro mucho de que te gustara. Espero seguir haciéndolo.
Impresionante, ¿¡y dices que no utiliza planos!?
ResponderEliminarPues realmente no. En el caso concreto de esta fragata todo comenzó cuando salieron unos planos dentro de una colección de fascículos sobre modelismo y maquetas. Pero los planos era tan malos y tan imprecisos (así como poco detallados) que pronto prescindió de ellos y se dedicó a componer en su mente a través de fotografías y bibliografía diversa.
ResponderEliminarEn realidad se trata de una fragata hipotética, construida según el esquema de las de su tiempo pero sin ser la reproducción de ninguna de ellas en concreto.
Aparte de las dimensiones y forma general del casco, lo demás lo investigó él.