"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la

sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".

Homero
, Odisea, Canto I



lunes, 23 de agosto de 2010

El alba de las estrellas

El Sol se ha puesto y comienza el crepúsculo. Durante una hora y media, poco mas o menos, la luminosidad del cielo decrece y la noche se va instalando poco a poco.

¿Sabrían identificar qué constelaciones están retratadas en la foto? La respuesta, mas abajo.

Se suele distinguir entre varios "crepúsculos": el civil, el náutico y el astronómico. Todo depende de la profundidad del Sol bajo el horizonte. Así, el crepúsculo civil abarca desde la puesta de Sol hasta que éste se encuentra a 6º bajo el horizonte. El náutico abarca, en cambio, hasta los 12º bajo el horizonte y, finalmente, el astronómico hasta los 18º. Al finalizar el crepúsculo astronómico la noche ha entrado a todos los efectos ya que la luminosidad del cielo ha decrecido hasta permitir distinguir todas las estrellas hasta la magnitud 6, considerada habitualmente como la magnitud visual límite.

Aunque en sentido técnico (y estricto) el crepúsculo se define tanto como el intervalo temporal inmediatamente posterior a la puesta del Sol (crepúsculo vespertino) como el inmediatamente anterior a la salida del mismo (crepúsculo matutino), en lenguaje común a este último se lo denomina "alba". Y de ahí se ha derivado su significado sinónimo de comienzo primero, de primera luz.

Quizás por pura simetría, si existen dos "crepúsculos", podríamos decir también que existen dos "albas". Pero puesto que se da el significado al que aludía antes, el "alba vespertina" lo sería no por referencia al Sol si no por referencia a las estrellas. Y tal vez no sea mas que una licencia poética, pero me gusta contemplar de ese modo inverso el suave y sedoso arribar de la noche a este maltratado mundo.

Así pues, cuando se pone el Sol y el azul del cielo se va haciendo cada vez mas profundo y oscuro, cuando el celeste se vuelve cobalto y los luceros principian en la gran bóveda, comienza el alba vespertina. El alba de las estrellas.

Para los curiosos, la Osa Mayor y parte de la Osa Menor. Por poquito, pero la Estrella Polar no es visible.

5 comentarios:

  1. El alba de las estrellas nos regala uno de los colores más bellos que podemos hallar en la naturaleza. El color preferido de mi Rachael, que ella llama azul eléctrico. El color con que se apagan los días y se encienden las estrellas.

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  2. Y el cielo conserva el color azul en las fotos durante ese tiempo mágico. Buenas entradas estás subiendo. Estoy mal comunicado, no me puedo conectar al flickr.. en unos días regreso y hablamos.

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  3. Es un azul muy hermoso. Diría que también es mi color preferido (aunque eso oscila según mi estado de ánimo, como los camaleones o las sepias ... ). Azul eléctrico, azul cobalto.

    Gracias a los dos por vuestras palabras y por el piropo.

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  4. Yo creia que se llamaba azul prusia, y que era el azul más ocuro que había. Me encantan estos conocimientos tan poeticos, incluso en su precisión "matemática", he sentido lo mismo que cuando descubrí que una singladura era la distancia que recorria un barco desde las doce del mediodía hasta las doce del mediodía siguiente. Un placer.

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  5. Va a ser que tiene muchos nombres o que cada uno de ellos define un pequeño matiz de la gama. Y es muy hermoso contemplar sin prisa como el alba de las estrellas los va recorriendo todos hasta disolver el azul en el negro, "quallat d'espurnes, florit d'estels ... ".

    Y ya que sacas a colación la singladura, me gustaría que te pasases (y los demás también) a ver "mi barco".

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