"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la

sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".

Homero
, Odisea, Canto I



viernes, 25 de febrero de 2011

La "Macchina" ya está aquí ...


Hoy, ahora mismo, acabo de probar por primera vez mi nueva montura ecuatorial motorizada y he realizado mis primeras fotos astronómicas con seguimiento. ¿Qué puedo decir?. El impacto es brutal. Es como descubrir de pronto que el mundo está en tus manos.

Éste es el resultado. Insisto en que he tomado estas fotos hace apenas dos horas. Tan solo me ha dado tiempo a descargarlas de la cámara y darles un ligero procesado para poder publicarlas. Y, como comprenderán, no son las mejores que he sacado; son simplemente, las PRIMERAS. Y eso me asombra, porque si ya han salido así, ¿qué pasará cuando aprenda a lidiar con pericia con las sutilezas de la montura y de las ópticas?¿Qué pasará cuando tire las fotos desde un lugar oscuro y con un cielo de calidad en lugar de hacerlo desde la azotea de un edificio del aeropuerto en el que trabajo, con sus potentes focos y la contaminación de la cercana Albacete?

Estoy temblando de emoción ...

Las Pléyades (M45), con las tenues nebulosidades azules que envuelven a sus estrellas principales.

La nebulosa de Orión (M42); ¿hace falta añadir algo?

La estrella Sirio, la mas brillante de cuantas se pueden observar
en la bóveda celeste, joven, delicada y hermosa.


Todas están tiradas con un 200 mm a F/5.6, ISO 200 y 4 minutos de exposición. Y ni tiempo me ha dado de ponerles el logo.

domingo, 20 de febrero de 2011

Eppur si muove



Algo se está rompiendo en el gran paradigma mundial. Las grietas en el impenetrable muro de "lo que todo el mundo sabe" empiezan a ser cada vez mas visibles. Y aunque la inmensa maquinaria mediática trate de ocultarla o relativizarla, la verdad es terca, muy terca.

El 22 de junio de 1633, un tribunal de la Inquisición reunido en la iglesia de Santa María sopra Minerva de Roma obligaba a Galileo Galilei a abjurar públicamente de la teoría heliocéntrica bajo la velada amenaza de torturarlo y condenarlo a la hoguera si no lo hacía. De nada habían valido décadas de estudio e innumerables pruebas que demostraban la veracidad de la teoría. Ni siquiera la palmaria demostración que hizo Galileo al hacer que los cardenales contemplaran con sus propios ojos la realidad de las lunas de Júpiter o de las fases de Venus a través de un telescopio.

Se cuenta, aunque solo es una leyenda virtualmente inverificable, que Galileo, tras leer en voz alta la sentencia del tribunal en la que se veía obligado a reconocer como una verdad incontrovertible que la Tierra era el centro inmóvil del universo, pronunció entre dientes la famosa frase: "eppur si muove" ("y sin embargo se mueve"), porque dijera lo que dijera ese tribunal, o el Papa, o las Sagradas Escrituras, o el mas sesudo de los filósofos, la verdad es la que es y la Tierra se mueve.

Hoy, mas de 350 años después, sigue habiendo tribunales que afirman verdades incuestionables, que dictan dogma de fe sobre el mundo y los hombres, sobre la historia y lo que es posible e imposible en ella. Sigue habiendo condenas draconianas a los que osan cuestionar sus enunciados, sigue habiendo quien se niega a ver incluso lo que sus ojos le están mostrando. Pero hoy, como entonces, la verdad sigue siendo una y no da su brazo a torcer pase lo que pase.

Aunque aquí asistamos impertérritos y narcotizados al carnaval del absurdo y del sinsentido de esta crisis, aunque pensemos que nada se puede hacer y que toda alternativa es peor, algo empieza a moverse en las entrañas del mundo.

Hace unos días ha caído el corrupto régimen egipcio y poco antes el tunecino. Ahora la ola se extiende por el mundo musulmán y mas allá, ante la sorpresa y la confusión de occidente que no sabe muy bien como posicionarse ante semejante movimiento porque intuye que podría germinar también dentro de sus fronteras.

Y mientras, en la mas absoluta e intencionada de las oscuridades informativas, un país llamado Islandia, el primero y mas gravemente golpeado por la crisis, ha iniciado un experimento sociológico. Para los que no creen, para los que tienen miedo a lo que podría ser, entérense:

El pueblo islandés, la genuina voz de la soberanía popular de ese país, pronunciándose en las calles, obligó a dimitir a su gobierno y se desmarcó de prácticamente todos los partidos políticos. Decidió no salvar de la quiebra a NINGÚN banco ni entidad financiera, causantes principales del desastre, siguiendo la máxima capitalista de que si no se reparten los beneficios tampoco se reparten las pérdidas. Decidió que su fiscalía persiguiese y procesase a la totalidad de los directivos de esas entidades, muchos de ellos huidos del país. Decidió reformar su constitución para crear un sistema político basado en la democracia directa, con representantes elegidos entre los ciudadanos comunes. Y todo esto, que es imposible según nos cuentan aquí, sin recibir ni un euro de ayuda del exterior, ni de la UE, ni del FMI, ni del Banco Mundial, ni de nadie, puesto que han incurrido en la mas execrable de las herejías económicas y sociales. Y pese a tener que comprarlo prácticamente todo a otros países ya que su único recurso propio es la pesca. Pues bien, ¡Islandia crece!; ha revertido su déficit público y ahora presenta superávit, sus indicadores evolucionan positivamente y su recuperación gana por goleada a países comparables como Irlanda o Grecia pese a que éstos fueron golpeados menos duramente y han recibido enormes ayudas económicas de la UE y del FMI.

Pero eso, como todo el mundo sabe, es imposible. Solo hay un camino y salirse de él es estrellarse, ... ¿o no? Porque a lo mejor el mundo ahí fuera no es exactamente como nos lo han contado. A lo mejor hay otros caminos. A lo mejor resulta que no somos el centro del universo.

Leo los periódicos, veo la televisión, escucho a sesudos analistas. Y concluyo que el sistema es demasiado poderoso, que no se puede hacer nada para cambiar, que toda alternativa es peor, que la sociedad ha perdido la capacidad de actuar solidariamente, ... Y sin embargo ...

miércoles, 9 de febrero de 2011

A través del Universo



Las palabras fluyen como lluvia dentro de una taza de papel, se deslizan al pasar, se desvanecen a través del universo.
Charcos de tristeza, olas de felicidad, pasan por mi mente dominándome y acariciándome.
Imágenes de luz vacilante que bailan frente a mí como un millón de ojos, me llaman y me llaman a través del universo.
Pensamientos serpenteantes como un viento inquieto dentro de un buzón, se tambalean ciegamente mientras recorren su camino a través del universo.

Sonidos de risas,
sombras de la tierra,
vienen a mi mente incitándome e invitándome. Infinito e inmortal amor que brilla a mi alrededor como un millón de soles que me llaman y me llaman a través del universo

John Lennon, "Across the Universe", No One's Gonna Change Our World (1969)


Por muy importantes que nos parezcan nuestras luchas, nuestras aspiraciones o nuestros desvelos, no son nada frente a la inmensidad del Cosmos. Todos los sufrimientos y las alegrías, incluso las mas extremas que podamos encontrar a lo largo y ancho de nuestro mundo, son apenas la imperceptible rugosidad que no acierta a desmentir la absoluta tersura de la superficie de esa inmensa pompa de jabón que es el universo, con su orden, su belleza y su sentido absolutos.

Mas allá de todas mis preocupaciones, el planeta gira suavemente y sin pausa y las estrellas viven existencias colosales y espléndidas. Incluso la vida misma, esa minúscula y exótica química que chisporrotea en algunos rincones de la inmensidad, es fundamentalmente ajena a nuestra presencia; somos solo un accidente, un requiebro para la selección natural. Aunque podamos devastar el planeta y extinguir miles o millones de especies, la vida en la Tierra nos terminará sorteando, porque es demasiado extensa, demasiado tenaz, para tan simples criaturas.

Y, extrañamente, ese pensamiento me da paz. Pensar que por muy angustiado que me halle la dimensión real de mis pasiones es insignificante en el orden del Cosmos, es un pensamiento liberador. Me acerca a la visión de que todo es mera apariencia, ficción o diversión, que aparta nuestra vista del sentido de lo absoluto. Como si todo engranase suavemente en una gran rueda que le diese sentido; crear y perpetuar el orden, la información. Un sentido inscrito en las leyes de la física. Es mi propia versión del Nirvana, aunque con un componente de racionalismo y vitalismo que me temo que no comparten los budistas.

La bahía bajo las estrellas estaba ahí mucho antes de que llegasen los hombres y seguirá allí mucho después de que se vayan definitivamente. Y el océano celeste, y la Luna. Y su inmensa belleza, indiferente a mis torpes intentos de aprehenderla, a que mi cámara no pudiese captarla con una sola instantánea real, a que tuviese que disparar dos veces, con dos días de margen y luego fusionarlas, a mis malabarismos con el rango dinámico, a mi torturada conciencia por no hacer una buena fotografía sino un ejercicio de ilusionismo digital.

Porque pese a todo, pese a que esta fotografía no es real, la escena sí lo es. Mis ojos la contemplaron, estaba allí, frente a mí. Y me olvidé de todo lo demás.

viernes, 4 de febrero de 2011

Caserío Benalí (I)


Incluso en esta tierra asolada por el asfalto y el cemento existen rincones únicos llenos de microcosmos secretos y espléndidos. Uno de ellos lo descubrimos hace un par de años huyendo de los "excesos de humanidad " que acontecen cada año en nuestra irredenta ciudad con ocasión de la fiesta de las fallas; el Caserío Benalí.


El caserío es una alquería de origen musulmán cuyas primeras construcciones se remontan al siglo XIII, aunque en la zona existen restos de épocas aun mas primitivas, íbero-romanos y neolíticos. Disponía antiguamente de una torre, “La Torre de Benali”, de la que hoy se aprecian parte de sus restos adosados a las viviendas cercanas, que proceden de época más reciente. Aun conserva su cementerio y una ermita dedicada a S. Antonio Abad, así como su fuente, que era abrevadero público.


Construida de tapial y sillarejo, al cuerpo central le fueron agregados los demás edificios auxiliares, cuadras y corrales más o menos abiertos. El Caserío de Benali se encuentra a 18 Km. de Enguera, en plena sierra homónima, en la parte meridional de una extensa area que ocupa las zonas altas del interior occidental de la provincia de Valencia, una zona rural y forestal poco habitada y muy mal comunicada pese a la relativa proximidad de la capital.

Otra de sus peculiaridades es la abundancia de restos marinos fósiles, en particular
conchas y caracolas, fácilmente visibles como parte integrante de las rocas areniscas.