"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la
sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".
Homero, Odisea, Canto I
viernes, 18 de noviembre de 2011
Razones para no abstenerse
A raíz de los comentarios a una de mis últimas entradas de un viejo amigo del blog, Javier, me ha surgido la cuestión de la pertinencia o no de la abstención como forma de protesta y no-participación en este juego escasamente democrático que es nuestro actual sistema electoral (y a mayor escala, el propio concepto de sistema representativo). Como le comentaba a él, creo que no podemos olvidar que, nos guste o no, éste es el sistema con el que nos toca lidiar. Y eso significa que nuestra única opción es buscar sus fisuras, sus errores o concesiones para procurar vencerlo en su propio terreno. Y, a día de hoy, con la actual configuración del sistema electoral, abstenerse, votar nulo o en blanco es casi como tratar de derribar un cazabombardero a escupitajos, incluso aunque un porcentaje notable (hasta mayoritario) decidiese coordinarse para hacerlo.
He encontrado una serie de documentos y estudios que lo explican bastante bien y que son accesibles a través de los diferentes sitios web del movimiento #DemocraciaRealYa (DRY):
Aquí se explica bastante bien el meollo de la cuestión.
Existe una alternativa a ello, una alternativa que viene siendo reclamada desde antiguo no ya como estrategia de protesta sino como condición necesaria de cualquier sistema que aspire a ser democrático: el voto a las minorías y la ruptura del bipartidismo. En esta interesante página dan las claves de todo ello y te indican a qué partido habría que votar en cada circunscripción para lograr la mayor ruptura de la lógica bipartidista posible sin incurrir en el cancerígeno "voto útil". Ojo; esto no es adoctrinamiento. No se dirige el voto a ningún partido concreto, ni ideología, e incluso se da alternativa por si la opción recomendada no resulta aceptable. Tan solo se dan las claves para realizar una estrategia coordinada que traslade un mensaje de atención claro y contundente a los futuros dirigentes del país. Nos enseña a convertirnos en "lobby".
Es importantísimo difundir estas propuestas entre los que no están de acuerdo con el actual estado de cosas y no encuentran una vía clara para articular su descontento. Les ruego por ello que lean esta documentación y, si están de acuerdo, aparte de transmitirla oralmente la compartan editando entradas en sus propios blogs, o linkando al mío, o compartiendo en las diferentes redes sociales. Insisto, nos jugamos demasiado como para no hacer nada. Y optar por la abstención, el voto nulo o el voto en blanco, es un brindis al Sol. Romper la lógica bipartidista es el primer paso para demostrar que el poder, en última instancia, lo tenemos nosotros. Porque, al fin y al cabo, el sistema necesita la ceremonia colectiva del refrendo de la ciudadanía para autopostergarse, de modo que durante ese breve lapso es vulnerable a lo que la decisión popular adopte, de ahí que se mueva una inmensa y desproporcionada maquinaria de marketing para "desaconsejar" a la ciudadanía el "voto inapropiado" (el voto a cualquiera que no pueda gobernar, y no puede gobernar ningún partido fuera de los "dignos y serios", léase PP y PSOE).
Decía Albert Einstein, "La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa". Es tiempo de ser todo lo inapropiado que se pueda.
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Me parece muy difícil coordinar esta iniciativa, es muy interesante el intentar burlar la ley D´hont, y sobre el papel es muy sesudo y sorprendente el que existan propuestas así. Sinceramente creo que es perder el tiempo y el esfuerzo, la sola idea de que la población se pueda organizar para votar selectivamente en las distintas circunscripciones para lograr ajustar los votos al mínimo imprescindible y evitar los "excedentes" de voto inútil que no revierten en diputado, me parece simplemente ciencia ficción, por mucho que alabe y me guste que existan estas propuestas (mi dicotomía sobre lo utópico y lo práctico).
ResponderEliminarSencillamente pienso que es mejor animar a que la gente vote lo que quiera, de una vez por todas lo que quiera, y que vote,. que busque que partido se acerca más a sus ideas, que ejerzan de una vez por todas su responsabilidad de ciudadanos, que se lean los programas y voten a quien de verdad les convenza, y que no se dejen engañar por votos útiles y demás pamemas.
Es cierto pero piensa que esta campaña va dirigida hacia los desilusionados que votarán en blanco o nulo o se abstendrán. No se trata de coordinar a la totalidad de la población sino a un número significativo de descontentos para que pasen de pasivos a activos.
ResponderEliminarEn las elecciones en España suele haber un porcentaje de abstención de entre el 20 y el 40% del censo. Conseguir que un cuarto de ellos, lo que no me parece exagerado, se coordinen (y puesto que son descontentos con el sistema se les supone concienciados y potencialmente abiertos a la acción) bastaría para dar un vuelco notable a los resultados porque supondrían hasta un 10% del censo votando a un minoritario "fuerte" como IU, por ejemplo. Y hay que pensar que PSOE y PP han gobernado con mayoría absoluta con apenas un 25% del censo.
También has de considerar que no se trata de ganar las elecciones con esa acción sino de impedir la consecución de una mayoría absoluta por parte de alguno de ellos (léase PP) y destrozar la lógica bipartidista al introducir muchos escaños de otros "actores". Se trata de dar un toque de atención mas que de transformarlo todo de golpe.
Un abrazo.
El principal problema que le veo a esto es el de entender que los que se abstienen son descontentos, yo creo que no, tal vez incluso un porcentaje bajo es de descontentos, la mayoría simplemente no votan porque tienen algo que les parece mejor que hacer, simplemente no votan porque no es obligatorio,les da pereza ese día, están fuera, prefieren irse de vacaciones, se olvidaron de renovar el carnet de identidad...
ResponderEliminarSi de verdad tienes "el cuajo" de organizarte para votar según un complicado método de voto útil para ajustar tu voto descontento a un mínimo de votos para favorecer a los partidos minoritarios y bla,bla,bla...Porqué no simplemente votar en conciencia y ya está.
Perdona, pero sigo sin verlo, y me encantaría estar equivocado.
Quiero agradecerte primero por la seriedad de esta entrada pero discrepo un poco (sin tenerlo todo muy claro, que conste).
ResponderEliminarMe entretiene mucho la aritmética electoral y me parece muy interesante los cálculos de la tabla sobre a quien votar y su propuesta pero:
-Estaría de acuerdo si el bipartidismo fuera el único, y el mayor de los males del sistema. Si tuviera que elegir entre votar a Amaiur y votar al PPsoe o al PPsoe ,lo tengo claro.
-Excluyen a CIU (porque apoyó la ley Sinde dicen, nomejodas, seamos serios) pero no al PNV. Es como decir, nos gustan unas bisagras pero no nos gustan otras, el nacionalismo de chapela nos mola más que el de traje y corbata.
-Votar al Senado, ¿es legitimar de alguna manera la razón de ser del Senado?
-La opción más beneficiada por el cálculo es IU, (sospechoso, sospechoso). Desde hace tiempo que IU está tratando de capitalizar el 15M en lugar de reflexionar en porqué la gente no les vota.
Que cada cual vote o no vote lo que quiera. No me siento capacitado para decidir mi propia opción como para ir dando consejos.
Entre tantos datos echo en falta lo que recibe cada partido con representación por voto recibido que ronda 1,07 Euros y algo más por otras cuestiones (no estoy muy seguro de la actualización de este dato).
Muy interesante la reflexión pero me parece que los 1,07 x 2 que se van ahorrar con mis votos nulos serán mi pequeña contribución para acabar con el déficit público.
Entiendo y aprecio tu punto de vista. Una vez más gracias y un abrazo.