"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la

sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".

Homero
, Odisea, Canto I



miércoles, 22 de febrero de 2012

El Rojo y el Azul


 En la última entrada del año pasado les prometí que una vez entrado el nuevo les mostraría el resultado de mis primeras experiencias en astrofotografía "en serio" (vamos; con orden, criterio y metodología). Y lo cierto es que hubiese preferido empezar por otra y reservarme ésta para el final, pero no he podido resistirme.


 Pero antes de nada les voy a introducir un poco.

 En los cielos de otoño e invierno, precediendo como un copero al gigante Orión, luce en todo su esplendor la pequeña joya celeste de las Pléyades. A ojo desnudo es un pequeño grupo de seis o siete estrellas (según la agudeza visual del observador) apiñadas en una superficie aparente que equivaldría mas o menos al doble de la de la Luna. Las Pléyades (o M45 en los catálogos astronómicos) técnicamente son lo que se conoce como "cúmulo abierto", una agrupación de estrellas físicamente ligadas y con origen común. En general se trata de estrellas muy jóvenes, a las que todavía no les ha dado tiempo a alejarse mucho de la matriz de gas y polvo de la que nacieron. Por eso suelen estar dominados por brillantes estrellas azules, cuyas cortas pero espléndidas vidas no les dejan llegar muy lejos como astros solitarios e independientes.
 A mí personalmente me parecen uno de los elementos mas espectaculares y hermosos del firmamento septentrional y siempre les he tenido un especial cariño.


Algo al Este de las Pléyades se encuentra una nebulosa de emisión, la NGC 1499, también conocida como la Nebulosa de California por recordar su forma la del estado del oeste de los EEUU. Es una región HII (lo que en la jerga significa que es una nebulosa que brilla por la emisión del hidrógeno ionizado), por lo que presenta un hermoso color rojo profundo o escarlata, y forma parte de un complejo mucho mas amplio de nubes moleculares, de las que no es mas que una sección expuesta a la intensa radiación ultravioleta de una gran estrella cercana, Menkib, de la constelación de Perseo (y que en la foto es la estrella azul brillante que está entre la nebulosa y las Pléyades, a 2/5 de la distancia entre ambas). Es como un hermoso velo rojo ondeando a la izquierda de las Siete Hermanas (nombre popular con el que en algunos lugares se conoce también a M45).


Juntas en una misma toma, M45 y NGC 1499 constituyen un precioso contraste de color y un objetivo sorprendentemente sencillo para la iniciación en astrofotografía con seguimiento. La mía, sin ir mas lejos está hecha con una focal de 50 mm a f:2,8 (si alguien está interesado en los datos técnicos completos no tiene mas que pedírmelo). Y es un primer intento ...

Saludos a todos y espero que la salud me deje actualizar el blog algo mas a menudo, porque llevo una racha ...


P.D.: He hecho un pequeño cambio de look al blog (por puro aburrimiento, no se crean), ya lo habrán notado, pero no termino de hacerme con las sutilezas del diseño en blogger y alguna chapucilla sin resolver mancilla el resultado. Espero que sepan perdonarlo ;)

7 comentarios:

  1. Unos buenos comienzos...
    Ya los quisisera yo...

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  2. Mucho ánimo Oddiseis!


    (intuía que algo te estaba pasando y es un alivio volver a saber de ti)





    Un beso muy fuerte.
    B.N.C.O.

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  3. Siento una sana envidia.
    Que bien captada la nebulosidad que envuelve a las Pléyades y la NGC 1499 muy "entrañable"
    He hecho acopi de elementos para seguir tus pasos, pero llevo una racha que no me permite dedicar el tiempo necesario al tema... A ver si me dejo de tonterías y empiezo.
    Un cordial saludo Joaquín y ¡Enhorabuena!

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  4. la montura az no me dejará hacer fotos, pero ver estas cosas supongo que sí. Esta noche mismo lo monto en el salón de casa para que el niño vea las Pléyades, aunque cuando se aprecia bien en el cielo supongo que estará demasiado alto para verlo desde el calor de la casa. Si no puedo desde dentro le enseñaré el Planeta Rojo, que a esa hora es mi vecino de en frente.

    Cuídate, que te echaba de menos...

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  5. Gracias a tod@s. Por alusiones:

    Goyo; y yo quisiera sus comienzos y sus continuaciones. Qué le vamos a hacer ...

    MartinAngelair; ha conseguido conmoverme. No sabía que me seguía con tanta atención. Pero no se inquiete; lo mío es pasajero.

    Unsui; me ha encantado leer eso de que se ha hecho con "elementos" para seguir mis pasos. Espero ansioso ver tus primeros resultados porque eres también de los que progresan rápido. Aquí me tienes para cualquier consulta que mis conocimientos alcancen para responder.

    Andrés; las Pléyades desde dentro de casa va a ser que no. Efectivamente están muy altas en el cielo. Pero es una excelente idea la que has tenido. Ahora no, por eso de no maltratar las tiernas carnes de tu hijo con los frios invernales, pero en verano me lo saca usted al patio (tanto al niño como al telescopio) y hace las cosas como dios manda.
    Y de mi salud te diré que ahora ando sacando por fin la cabeza después de un mes "horribilis" en los que enganché una tras otra hasta acabar en urgencias a las puertas de una neumonía. Como dice mi madre, estoy mas "delicao" que los gatos de Doña Inés. ¡Con lo que yo he sido ... !

    Un gran abrazo a tod@s.

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  6. He mirado para atrás cuando he leído esto en tu comentario:
    "Goyo; y yo quisiera sus comienzos y sus continuaciones. Qué le vamos a hacer ..."
    No me trates de usted que me hace lo mayor que no soy (o al menos eso siento) y además me confunde...
    ;-)

    P.D. Enhorabuena por su perspicaz audacia a la hora de desentramar el entuerto que propuse en mi blog.

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  7. Jaaa, Goyo, no es respeto por las canas; es respeto por la sabiduría. Pero veo que me la devuelves en la postdata ... ;)

    Perspicacia ... hombre, me limité a aprovechar las liebres levantadas por los que se lanzaron antes que yo.

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