"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la

sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".

Homero
, Odisea, Canto I



domingo, 13 de noviembre de 2011

Seguir adelante o cambiar de rumbo ...



 Dentro de siete días hay elecciones generales de nuevo. Y la verdad es que la cosa tiene trascendencia. El gobierno que salga elegido tendrá, casi con total seguridad, que lidiar con uno de esos "puntos bisagra" de la Historia en los que se decide la suerte de un país durante las siguientes décadas.

Las medidas que apruebe ese gobierno, las decisiones que adopte acerca del patrimonio común, la eventualidad de un ataque generalizado de los mercados contra nuestra deuda soberana y la posible contingencia de un plan de rescate europeo y/o de una salida del euro, determinarán el cómo y el cuándo saldremos de esta crisis y cómo será nuestra vida después. Eso nos interesa a todos porque tendrá un impacto brutal sobre todo lo que nos rodea, de modo que a la hora de elegir habría que hacerlo con una particular conciencia de lo que hacemos y de lo que implica.

NO podemos votar por inercia; la inercia es la que hace estrellarse al coche que no endereza el rumbo en la curva. NO podemos votar al mas "guapo"; necesitamos buenas decisiones y no buenas caras. NO podemos votar a quien vote todo el mundo; es mejor morir por lo errores propios que por los ajenos. NO podemos votar a quién nos "ordenen" los medios de comunicación o, mejor aun, los "mercados"; que le cuenten a Ulises a dónde llevaban los cantos de sirena ... NO podemos votar a quién sea; o a nadie podremos pedir cuentas.

Por una vez HAGAMOS UNA ELECCIÓN CONSCIENTE. Tomémonos la molestia de averiguar qué es lo que propone cada partido y, sobre todo, qué es lo que esperamos y necesitamos nosotros de nuestro gobierno para salir del atolladero. Exijamos verdad y honestidad: que cuenten lo que van a hacer y se comprometan de verdad a cumplir lo que prometan o dimitir.

Yo, por mi parte, después de leer a autores reconocidos y prestigiosos, a economistas, sociólogos, politólogos, historiadores, filósofos, psicólogos, científicos, periodistas y personas de a pie con dos dedos de frente, llego a la conclusión de que solo un cambio de rumbo decidido y contundente puede hacernos esquivar los arrecifes mortales hacia los que se encamina nuestra nave. Y leídos los programas electorales de PSOE, PP (si de verdad lo tuviese y no una carta a los reyes magos ... ), CIU, PNV, UPyD, CC, ... mas lo visto en el ejercicio de sus labores de gobierno allí donde y cuando las han ejercido, no me queda mas remedio que reconocer que de ninguno de ellos cabe esperar cambio de rumbo alguno (si acaso, que decidan soltar todo el trapo y lanzarse a toda vela por el camino actual, a las pruebas me remito).

Y para que vean que otras medidas, que otra forma de entender o afrontar las cosas es posible, les dejo los programas de dos formaciones que podría suscribir, por coincidir con mis propias ideas, en un 90 ó 95 %. Se trata de eQuo e IU. La primera es una formación muy joven, que se presenta por primera vez y que agrupa a la mayoría del ecologismo español pero, y esta es una importante novedad, con un programa político que aspira a ser algo mas que ecológico, recogiendo ideas de todo el ámbito de la izquierda activa y activista, y del pensamiento antieconomiscista de Latouche y otros (y que he recogido en alguna entrada anterior).Y creo que en realidad la mayoría de los españoles se podrían identificar también con esas ideas.

Yo el 20 de Noviembre votaré a quién mejor representa mis ideas y mis intereses y quien además, por las ideas que manifiesta, considero capaz de tomar las decisiones mas acertadas en estos momentos. Espero que si no todo el mundo, si la mayoría voten también informados y conscientes. Nos jugamos demasiado en ello.


9 comentarios:

  1. Coincido contigo. Todo lo demás es más de lo mismo y "obedecen a sus señor"
    Suerte.
    Un abrazo
    j

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  2. Muchas gracias Unsui. No espero que la gente vote lo que yo (al menos públicamente ;) ) pero sí que voten informados. Quizás así, todos los partidos, incluidos "ésos", comprenderían que el único y verdadero señor al que han de obedecer es la voluntad popular.

    Suerte y un abrazo también para ti.

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  3. Mucho pides con eso de que voten informados. Aquí votamos con el hígado, con el escroto... nunca con el cerebro.
    Un abrazo
    j

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  4. Más que votar a quien represente mis ideas, creo, Oddiseis, que debería votarse a aquellos que representen nuestras ideas, de forma que esa tan cacareada democracia pudiera algún día ser refrendada.

    Como no parece que tal sea el caso, por ahora, coincidiré contigo precisamente en el párrafo tercero de tu artículo: no podemos votar...

    Un abrazo.

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  5. Entiendo y respeto tu postura, Javier, y durante un tiempo yo mismo me inclinaba por esa opción. Pero reflexionando llegué a la conclusión de que no estaba claro a quién fastidiaba con ello.

    No obstante, como también añado en el texto, mis ideas podrían ser compartidas por la gran mayoría de la población. Si yo me siento representado por ese ideario creo que una mayoría realmente también lo sentiría así si se tomase la molestia de leer. ¿Que las palabras, palabras son y el viento se las lleva? Cierto. Pero ahí está la importancia de una postura responsable y consciente (incluso si se opta por no votar); hacer ver que solo tienen una oportunidad, que cumplen o los largamos, que pediremos responsabilidades.

    Y por otro lado ¿cómo definirías "nuestras" ideas?¿crees que existe una única idea colectiva?¿o te refieres a ideas que representen a los intereses colectivos? Porque si es lo segundo creo que en algunos casos sí puede casar con lo que tú pides.

    Entiendo que tu actitud puede tener que ver con la decepción ante las actitudes o las decisiones de los líderes de formaciones que en principio representarían (o lo deberían) esos intereses colectivos; por ejemplo IU. Y es verdad, yo también me he sentido decepcionado a veces y creo que es una formación que necesitaría una profunda refundación que la liberase de lastres históricos. Pero te advierto que una actitud desdeñosa y suspicaz no aporta nada por sí sola. El desencanto hace mas por la perpetuación del estado de las cosas que mil decisiones equivocadas.

    Un abrazo compañero.

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  6. Agradezco tu respuesta, Oddiseis, y, con tu permiso, voy a ejercer mi derecho -¿lo tengo realmente?- de réplica.

    Viví desde dentro de las tripas políticas el grado de ambición y egoísmo que puede llegar a generarse entre estos que feliz e incautamente llamamos nuestros representantes. Es verdad que no todos, pero sí muchos, la mayoría. Incluso me tentaron con un puesto en listas. Aparté asqueado y cabizbajo la mirada y tomé la senda de los elefantes, el destierro político, el ostracismo social, incluso.

    Hay personas buenas y malas, y ni para ser una cosa ni otra se necesita un oficio o profesión determinados. Se es o no. La mayoría de nosotros, creyéndonos buenos, normalmente obramos mal, y pagamos, nosotros y los demás, las consecuencias de tanta insensatez.

    Por último, para no abusar demasiado de tu tiempo, nuestras ideas son, creo, las de la inmensa mayoría de las gentes que formamos eso que llaman ciudadanía, quiero decir que lo que un individuo necesita es justicia, tranquilidad, trabajo y estabilidad. Si eso el Estado no puede garantizarlo que eche el cierre. Pero ni una cosa ni otra: se aferran al poder con falsas promesas sabedores de su incompetencia para poder cumplirlas mientras una masa ingente de ciudadanos siguen creyéndoles como podrían hacerlo con un gurú: sólo porque les promete el paraíso. Pero, mientras lo de las religiones lo entiendo porque ese paraíso no es de este mundo y por tanto resulta imposible descubrir aquí la patraña, el hechizo de los políticos, de estos políticos al menos, es fácilmente descubierto. La gente quiere vivir en paz, pero no podemos. ¿Por qué somos así?

    Gracias y un fuerte abrazo.

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  7. Javier, aquí siempre tendrás derecho de réplica.

    Creo te tienes razones objetivas para pensar como piensas y además gozas (no sé si la expresión es la mas adecuada) de experiencia directa sobre lo que hablas. Por tanto no puedo refutarte (ni por otro lado lo pretendo).

    Pero te diré un par de cosas de mi propia visión. Creo que en mas de una ocasión te he manifestado mi absoluto descreimiento de héroes y líderes, por lo que no creo que te sorprenda que también descreo de paraísos. Pienso que la utopía no es un lugar al que llegar si no un camino que tomar y nadie me engaña diciendo que todo será un tranquilo mar de bondades si lo seguimos mansamente.

    También soy de los que piensan que buena parte del corazón de la bestia reposa sobre el concepto mismo de democracia representativa. Soy un romántico de la democracia directa. ¿Se acabarían así los chorizos y la desgana? No, en absoluto, como bien dices en todas partes y en toda situación y tiempo hay gente buena y gente mala, y estos últimos son capaces de estropear hasta el mejor plan. Pero es que es inevitable: como lo es admitir que puesto que los demás son iguales a nosotros pueden opinar distinto.

    El camino del crecimiento de una sociedad pasa en cierto modo por los mismos jalones que el crecimiento de una persona: primero deja que las decisiones las tomen otros sin participar ni opinar, luego alcanza o se gana el derecho a opinar pero sigue sin poder decidir en última instancia, y finalmente termina teniendo que ser él el que decida. Nunca seremos adultos mientras dejemos que otros decidan y ostenten la responsabilidad por nosotros. Imperfecta o no la democracia directa, es un paso necesario.

    Pero ocurre que el mundo que hay es éste y que cambiarlo solo es posible por dos vías; traumáticamente, con todo el sufrimiento que ello acarrearía, o al modo que lo haría un jugador de ajedrez o un karateka, aprovechando los resquicios y el propio impulso de tu oponente. Por muy corrupto que sea el sistema, por muy engañoso que sea el sistema plebiscitario, el hecho ineludible, su talón de aquiles, es que necesita el refrendo de la ciudadanía y, en última instancia, si ésta lograse un grado de consciencia mínimo, podría hacerlo saltar todo por los aires. Pero esa consciencia pasa por saber lo que uno quiere, conocer tus propias ideas, decidir si crees en una u otra forma de afrontar las cosas.

    No me cabe la menor duda de que tú tienes muy buenas razones para optar por la abstención y si todas las personas que optan por ello fuesen así mucho se tendría ganado. Pero no es así y lo sabes. Tu silencio no llegará a ninguna parte porque con quien se asimilará será con el de los que la pereza mental no les permite ni tomar una decisión ni formarse una idea de nada y simplemente esperan que venga "alguien" y lo arregle o le diga qué tiene que hacer. Tus compañeros de viaje son en su mayoría esos de los que Einstein decía "La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa".

    No se trata de creer en los políticos sino de comprender que la Política es ineludible, que ocurrirá con nosotros o sin nosotros, y que por pequeña que sea nuestra capacidad de maniobra no será cero mas que si nos ausentamos. Y al final, todo ésto, ha de servir para que la gente comprenda que son ellos, somos todos, los que tenemos el derecho y la ineludible obligación de decidir por nosotros mismos.

    Muchas gracias a ti por opinar, por discrepar, por pensar y exponer. Un abrazo.

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  8. He de admitir que el Domingo pasado experimente una epifanía al leer el programa electoral de EQUO, me dejó boquiabierto, estaba casi de acuerdo al 90%, con lo cual no me quedó más remedio que afiliarme a las 15:00 mediante transferencia bancaria de 50€ desde su página web y acto seguido me fui al mitin de la plaza de la Cebada en Madrid, e incluso pude hablar un poquito con Juan Lopéz de Uralde sobre lo que me había parecido el programa!!!!
    Lo mejor es que por primera vez en mi vida voy a votar contento, sin hacer cálculos de voto útil ni pamemas de ese estilo.
    Lo que más me impactó fue que había en el programa un proyecto global, coherente con unas ideas con mayúsculas, en la cual no se incurría en contradicciones, y por supuesto me quedé pasmado porque tal vez esperaba esa "suma de objetivos de cada una de las asociaciones que componen los partidos verdes" y que llevan a que "los árboles no dejen ver el bosque", ya sabes, que si las corridas de toros, que si los animales de laboratorio, etc.

    Espero que tomes la mejor de las decisiones, yo ya la he tomado, si me permites tal vez lo que dice la segunda al congreso por Madrid de EQUO pueda decantar tu voto, asistí en directo a esta expicación y a mi me convenció:

    http://www.youtube.com/watch?v=ANhQfR3UKOM

    Un saludo y espero que no creas que trato de hacer proselitismo, nada más lejos de mi intención. Además, es imposible convencer a alguien inteligente, como mucho se le puede influir.

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  9. ¿Puedo entender que lo obtuviste de mi blog? Porque ello me llenaría de alegría.

    He de agradecer a Rosa María Artal y su blog El Periscopio (el cual recomiendo encarecidamente a quien no lo conozca), que me descubriera esa agrupación. Y te confieso que para mí también fue un impacto ir leyendo ese programa (e ir viendo en él reflejadas, soterradas pero inequívocas, las ideas de Latouche y sus compañeros). ¿Hace falta que añada qué decisión he tomado?

    No obstante un poco de proselitismo si que has hecho. Pero te lo permito porque al fin y al cabo este blog no tiene mucho tráfico; es mas como estar entre amigos. Y porque a lo mejor somos varios los que hemos llegado a tu misma decisión. Y porque un voto ilusionado es un tesoro en los tiempos que corren.

    Que alegría me has "dao". Un abrazo.

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