"Háblame, oh Musa, y cuéntame del hábil varón que en su largo extravío, tras haber arrasado la

sagrada ciudadela de Ilión, conoció las ciudades y el ingenio de innumerables gentes".

Homero
, Odisea, Canto I



jueves, 18 de noviembre de 2010

Curso de economía para Cosmonautas II: El Decrecimiento Sereno (1).



Esta va a ser una entrada un tanto peculiar respecto a lo que suelo hacer, tanto por su temática como por su tono o por ser una mezcla de reseña literaria y nueva entrega de mi Curso de Economía, ahora rebautizado "para Cosmonautas" precisamente por una significativa metáfora encontrada en la obra en cuestión. Se trata de "Pequeño tratado del Decrecimiento Sereno" de Serge Latouche, profesor emérito de economía de la Universidad Paris-Sud XI, en Orsay, publicado por Icaria en 2009.

Cuenta Latouche que nuestra sociedad (y en mayor o menor medida todas las "alternativas" de corte socialista/comunista) se comportan respecto al mundo siguiendo la "máxima del Cowboy"; crecer todo cuanto le sea posible a expensas de un entorno que se supone infinito en espacio y recursos. Desde luego, para los habitantes de la Edad de Piedra y posteriormente, hasta la Revolución Industrial, esta visión era una aproximación razonablemente realista. Pero en los últimos dos siglos hemos llegado a consumir los recursos naturales (económicos o no) a tal ritmo que ya no es posible considerarlos infinitos respecto a esa tasa de depredación. De modo que es necesario replantearnos nuestros modos de actuación siguiendo la "máxima del cosmonauta"; utilizar los recursos disponibles con la mayor eficacia y con la conciencia de su finitud para asegurar la supervivencia a largo plazo en un entorno limitado y restringido.

La cuestión es que nuestro modo de vida es tan intensiva e ineficientemente consumidor de recursos que ha traspasado el umbral de la existencia estable. Ni el planeta tiene tantos recursos como para abastecernos ni dispone de la capacidad para albergar nuestros residuos, mas allá de unas pocas generaciones mas. Y eso siempre y cuando perdure durante ese tiempo la desigualdad que hace que menos de la cuarta parte de la humanidad conozca ese grado de "bienestar", porque todo avance en el desarrollo económico y social de esas tres cuartas partes del mundo no haría mas que acortar los plazos.  


Pero, ¿necesitamos realmente consumir todos esos recursos?. Nuestro modo de vida, nuestro paradigma cultural, equipara bienestar y nivel de consumo (vean esta interesantísima entrada del blog de Joako). Sentimos que vivimos mejor que cualquiera de las generaciones anteriores simplemente porque "tenemos mas cosas". Aunque para ello dispongamos de menos tiempo para cuidar de nuestros hijos y de nuestros mayores, aunque nuestra esperanza de vida haya retrocedido en los últimos veinte años, aunque la espectativa subjetiva respecto de nuestras posibilidades de promoción social y económica sean hoy las mas bajas de los últimos cuarenta años. Aun cuando seamos conscientes del inmenso e irreversible deterioro de nuestro entorno ecológico y paisajístico, del deterioro de nuestro habitat social y de la pérdida de diversidad cultural e individual. Creemos que vivimos mejor pese a todo simplemente porque producimos y consumimos mas cosas que nunca antes; porque crecemos en términos de PIB.

El planteamiento de la obra de Latouche, que no es mas que un opúsculo o resumen introductorio del concepto del Decrecimiento Sereno, que desarrolla mas extensamente en otra obra suya (La apuesta por el Decrecimiento, Icaria, 2008), es una respuesta a ese dilema que sigue las ideas expresadas por vez primera por los integrantes del Club de Roma en 1972.


Un mundo en crecimiento indefinido es insostenible y, de hecho, imposible. Pero también lo es un mundo con los actuales niveles de consumo extendidos a la totalidad de la población. De modo que la supervivencia a largo plazo de la humanidad y de nuestras sociedades, junto con la aspiración al desarrollo pleno e igualitario de todos los habitantes del planeta independientemente de su nacionalidad, raza, sexo, credo o condición social, no son abordables mas que mediante el planteamiento del abandono consciente de nuestro modelo basado en el crecimiento y la recuperación de niveles de consumo muy inferiores. El decrecimiento sereno.

No obstante, se aclara en la obra que no se trata del decrecimiento por el decrecimiento, sino del abandono del crecimiento como objetivo, como icono, y la búsqueda de niveles de producción y consumo compatibles con la capacidad de abastecimiento y recuperación del planeta. Decrecimiento o tal vez mas correctamente "acrecimiento". Sin que ello signifique necesariamente una reducción de la calidad de vida real y mucho menos una negación del necesario desarrollo del tercer mundo.

En la segunda parte de esta entrada detallaré las bases de la alternativa descrita por Latouche y el programa político para su desarrollo, así como mi visión crítica respecto de todo ello.

5 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo. Si hemos llegado a la cima de la cadena trófica no hace falta subir más. Paremos de auto explotarnos y disfrutemos de la vida.

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  2. Cielos, me olvidé el signo de admiración al final de la frase: !!

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  3. Existe un aspecto poco comentado al respecto del actual modelo económico; el hiperconsumo es tóxico, no solo a nivel moral, social o ecológico, sino a nivel económico también.

    El hiperconsumo deriva inevitablemete en desaparición de la libre competencia (mediante la inflación de megacorporaciones y monopolios), de la iniciativa personal (mercados saturados y dirigidos) y finalmente acaba destruyendo el concepto de democracia liberal/capitalista para constituirse en dictadura de los mercados (dictadura en el sentido pleno, no como metáfora sino como hecho político. El verdadero paraíso, el auténtico modelo a seguir por el sistema neoliberal hiperconsumista es ... China, con su sistema político de dictadura inextricablemente mezclada con la oligarquía económica).

    Y además es un sistema muy ineficiente medido en términos de ratio entre recursos consumidos y retorno económico producido. Solo es verdaderamente eficiente en la generación de beneficios elevados a corto plazo para la "nueva aristocracia": ejecutivos e inversores internacionales.

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  4. Muchas gracias por la alabanza que me haces, y por ser un lector de algo que no siempre se a quién va dirigido cuando lo escribo, como decía un amigo de mi padre, "si tienes un solo lector ya eres escritor" y lo decía cuando internet no existia.
    Tenía pensado publicar un post con un enlace a un trabajo de Sociología que he hecho con dos compañeras de clase, es sobre un documental llamado "La Corporación", es un poco extenso, pero creo que te has ganado ser el primero en leerlo, por favor, me interesa mucho tu opinión,piensa que eres el segundo en leerlo, despues del profesor,puedes apuntalar tu post con mi trabajo, estan en una linea muy similar. gracias de nuevo y un abrazo
    http://trabajodesociologialacorporacion.blogspot.com/

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